AL OTRO LADO DEL RIO Y ENTRE LOS ARBOLES

Anoche recibí aqui en el blog  un comentario,  muy breve,  casi lacónico,  que transcribo literalmente:

Quisiera saber si se realizará este viaje

Y ya está, sin más preámbulo ni saludo ni despedida, ni siquiera el punto final para cerrar la frase.    Y tentado estuve de contestar:

-Yo también…

Pero para no causar un desconcierto innecesario en este amable lector,  facilitar la comprensión de lo que sucede e intentar orientar a quien me remitió el primer comentario recibido esta mañana en el que se confesaba un poco desorientado con el contenido del blog, acompañare mi respuesta con un ejemplo, con una pequeña historia que espero tengáis la paciencia de leer.

Imaginad que un tipo pretende conquistar la cima de un alto e inaccesible pico que se encuentra al otro lado de un rio. Este rio es ancho, caudaloso, violento;  particularmente el tramo que atraviesa su país, porque el rio también transcurre a través de otros.

Su proyecto no consiste en cruzar el rio sino en escalar aquella difícil montaña, pero no le queda otra opción que alcanzar la orilla opuesta para poder comenzar la ascensión, para poder dar inicio a su viaje.

Podría remontar el rio hasta encontrar un cauce mas estrecho o descenderlo en busca de aguas tranquilas o de algún puente pero en ese caso tendría que salir de su país y comenzar la aventura  allende sus fronteras.  Ocurre que el tipo quiere iniciar la travesía desde su orilla porque ya sabe que entre sus vecinos de frontera hay tradición de ascender a ese pico mientras que entre los suyos aquello se contempla como una rareza propia de excéntricos o ricos desocupados.

Un día el tipo comunica a sus compatriotas sus intenciones y lo hace porque aunque él ya aporta su propio equipo de escalada y está dispuesto a asumir el riesgo, sabe bien que aunque pretende intentar la ascensión con los medios mas humildes la envergadura del proyecto lo hace costoso mas allá de donde él alcanza y que para ganar la otra orilla mínimamente pertrechado necesitará ayuda.

Muchos se muestran muy ilusionados y orgullosos y así se lo hacen saber, pero aun queda salvar el rio. Como algunos en su pueblo, en medio de este entusiasmo inicial, han querido incluso colocarse a su lado y aparecer junto a él ante todos proclamando su apoyo e inquebrantable adhesión a la iniciativa, nuestro amigo va tomando confianza y se acerca a la orilla.

Allí se da cuenta de que antes de saltar al rio y abandonar su orilla ha de forzosamente dejar atrás muchas cosas, ha de romper muchos lazos, aceptar muchas renuncias de modo que una vez en el agua ya no hay vuelta a atrás. El tipo duda. Pero los de su pueblo le aseguran su apoyo para cruzar, hasta que alcance la cima y hasta que regrese;  tenderán cuerdas sobre el rio, moverán lo necesario allí en su pueblo para que gane la orilla. El conoce además  la historia de los que le han precedido desde los países vecinos y sabe que les han colmado de ayudas, aunque no pretende tanto; sus medios son premeditadamente  humildes y en ello hay una intención.

Finalmente salta y, fija la vista en la lejana orilla, comienza a nadar. Pronto el rio baja turbulento, plagado de remolinos  y de trampas pero él a pesar de todo sigue nadando y cuando siente menguar sus fuerzas busca las cuerdas, los apoyos prometidos, recorre su orilla con la vista pero los que se erigieron en protectores no están. Los llama pero nadie responde. Llega el día en que decide no llamar más y sigue nadando como puede. Llega el momento en el que comprende que no podrá iniciar la ascensión en la fecha prevista y aquella pretensión se le aparece ahora como  ingenua.  Aun se atreve a pronosticar otra fecha y sigue nadando, no desiste en su empeño.

Pasan los meses y descubre que ahora simplemente nada para no ahogarse, por pura supervivencia, pero lo hace siempre hacia la otra orilla, hacia el inicio de su travesía. El tipo ni piensa en volver atrás.

En su país, día tras día, bastante gente se acerca de vez en cuando a su orilla a ver cómo va. A veces, agotado, no puede contestarles pero en cuanto recupera el aliento hace lo posible por responder. Al principio siente apuro en referirles lo impracticable que resulta el rio pero finalmente lo confiesa. Escucha como algunos en su orilla se sienten decepcionados, defraudados por él; en la distancia apenas parece avanzar, moverse, a veces se deja llevar, exhausto, por la corriente. Intenta explicarse pero ha de seguir nadando, a veces hacia ninguna parte. La voluntad, como la vista, fijas en la otra orilla.

De repente un día, alguien que pasea por su orilla, le grita:

-Quisiera saber si se va a subir a ese pico   –

……..

_                       _                      _

No escribo más hoy. Pensemos un poco;  yo también, el primero.

Hasta mañana.

Luis Miranda , 08 de Enero de 2011 desde la sala de lectura de Sant Carles Marina.

8 respuestas to “AL OTRO LADO DEL RIO Y ENTRE LOS ARBOLES”

  1. Si, ese tipo es una victima más de su propia nacionalidad.
    De haber nacido en otro país cualquiera, este tipo tendría el chaleco salvavidas lleno de pegatinas de sus esponsor, y el río estaría cubierto por una red que le permitiera agarrarse cuando estuviera cansado, pero España es diferente, por eso muchos optamos hace tiempo por residir en otros países, menos cainitas, y mas permisivos con la iniciativa privada.

  2. Hola Señor,

    Me alegra ver que ha empezado el año con ganas de escribir. Eso es bueno.

    Yo he dejado mi isla durante un rato para visitar su blog, y aprovechar para enviarle mis mejores deseos para este 2011, que como dicen algunos, ya sólo tiene un agujero.

    Hay un tema musical que me parece perfecto para este momento. Se trata de «Hoppipolla» del grupo islandés «Sigur Ros». Tanto la canción como el video son geniales y al final hay un mensaje:

    NUNCA ES TARDE

    Qué usted lo disfrute ¡¡¡

    Un saludo desde Cabo Leeuwin.

    Anne

  3. Prisa no tenemos, ¿no? Total, el tiempo es lo único gratis de lo que podemos disponer…

  4. Hola Luis,

    que gusto volver a saber de ti. Ojala todo comience a ir como debe de ir y puedas llevar a cabo tus proyectos este año.

    El solo hecho de habértelo propuesto y haber intentado llevarlo adelante ya es todo un logro.

    Sigue soñando, y haznos soñar.

    Salud.

    Joe.

  5. Marcos Martinez Says:

    Al final el escalador se convierte en un experto nadador…

    Sigo tu Blog desde hace tiempo, es la primera vez que escribo en el, tengo una pequeña empresa que nunca funcionara sola ya que soy el unico empleado, me ha costado mucho pero mucho tener una relativa y engañosa tranquilidad laboral, hace tiempo que le he dado vueltas al asunto de irme con el Dufour 36 que tenemos Marie y yo, pero no dejo de pensar en que, que pasara cuando volvamos del paseito, yo hace años que no tengo jefe lo cual en muchas ocasiones es peor preo bueno no lo tengo, Marie esta en una cadena hotelera bien posicionada, a los dos nos gustaria irnos.

    Hay dos cuestiones 1º si esperas a tener resuelto el tema economico puede ser tarde cuando lo consigas si es qeu eso sucede algun dia y 2º si te vas y eso no esta resuelto un dia u otro has de volver y como lo haces en ese momento? empiezas desde cero…? si Llamas a tus amigos que para tomar una cerveza bien, pero de ofrecerte un puesto para trabajar…

    Se perfectamente que estas cerrando esos temas, los cuales son importantisimos y sin los cuales la aventura vital se puede convertir en no solo emocionante, en momentos peligrosa, caotica, placentera… etc, puede pasar a ser una estupidez que no tenga solucion en el resto de tu vida.

    Si no eres funcionario o millonario, hay que cerrar muy bien esos temas por que ademas de ser un navegante experto y nadador excepcional, puede que cuando llegues a la orilla de ese rio, cansado, mojado y con hipotermia, venga un oso caza truchas y te coma un brazo lo cual dificultara el ascenso a la cima, como eres aragones sin duda escalaras la cima igualmente, tras haber echo cima bajaras, nadaras de vuelta el rio, los de tu pueblo te aplaudiran la hazaña, le pondran tu nombre a una plaza, abra alguna pancarta con tu nombre, seras una bellisima persona con muchas experiencias, un tio cojonudo en el bar donde nos contaras mil anecdotas, de natacion, osos y escalada, pero si pides trabajoseran un tio con un brazo menos…

    Nada todo lo que quieras, pero vigila al oso antes de salir…

    suerte.

  6. Río Cinca Says:

    Hola Luis,

    El otro día no comprendía que, con la que está cayendo, te dedicases a hacer estadísticas sobre los números de tu blog, más tarde me di cuenta que era una gentileza de WordPress.

    En tu “2011 Che Sera, Sera….” se comienzan a ver dudas y si el promotor duda ¿quién confiará?

    Hoy nos cuentas una historia, que sigue en la misma postura que adoptaste tras tu reaparición hace unos dos meses, con aquel “sigo adelante 2”. Parece que tu única idea es culpar a los demás de tu situación actual, que solo tiene un problema “falta de tesorería” y de eso no puedes culpar a nadie, no supiste planificar suficientemente y te echaste al agua demasiado alegremente. No se puede pretender echar la culpa incluso al país, aquí el chaleco se llena de pegatinas, cuando se sabe convencer a los de las pegatinas, de que les será rentable poner las pegatinas en ese chaleco, y eso hay que saber venderlo.

    Los barcos de la BWR están llenos de pegatinas de empresas españolas y en casi todas las actividades deportivas igualmente, o a caso alguien cree que Carlos Sainz o Marc Coma hacen el Dakar poniendo dinero de su bolsillo, no solo no ponen, sino que sacan un sustancioso beneficio, pero eso si… ellos se buscan sus sponsor, quizá a los dos que nombré no les hace falta buscar sponsor, pero si a una gran mayoría.

    Quien no tiene sponsor es porque o no supo vender su proyecto, o su proyecto es muy minoritario, pero que no le eche la culpa a nadie.

    Hace unos días comentaba que en todas las críticas de este blog, solo veía un revulsivo para sacarte de tu lastimero estado y dije a propósito lastimero y no lastimoso, pues tú mejor que nadie, recuerda tu “Pequeña reflexión acerca de la Náutica en España”, comprenderás que es imposible dar lástima, a bordo de un velero desde el amarre A136, pantalán C de Sant Carles Marina, mientras muestras preciosas fotos de tu periplo por las Baleares.

    Hoy vuelvo a insistir, no se si por última vez, que con tu actitud es imposible salir del río, te ahogarás seguro, vuelve a la orilla inicial, no sea que en la otra te espere el oso, y si todavía te quedan fuerzas, busca pegatinas para tu chaleco, y mientras no tengas pegatinas suficientes y bien pegadas, no vuelvas a tirarte al río, pero deja de culpar a los demás de tu falta de previsión.

    Y si ya no tienes fuerza para seguir, pues a otra cosa mariposa, ya sabes que me sentiré defraudado, pero tampoco soy de los que me gusta que los héroes mueran en el intento, soy más de los que mientras hay vida hay esperanza.

    Y ya vale de rollo….. (de mi rollo, por favor)

  7. Herik Says:

    Hola otra vez Luis….

    Muy acertados y prestos al análisis y la reflexión los comentarios de Marcos y Río. Un tanto crudos los de este último, aunque bastante realista y simpático el efecto “pegatina”… Un tanto desacertada la parabólica historia del escalador, me ha provocado cierta tristeza, las reminiscencias de impotencia y fracaso que rezuma. Espero que no sea más que una percepción equivoca.

    Has creado unas expectativas en tus seguidores, entre los que me cuento. Todos estamos expectantes desde la orilla y anhelamos el comienzo de tu aventura, pero por supuesto no queremos que el oso te lleve el brazo, ni que nades eternamente en esa corriente de igual intensidad que tu impulso. Nos encantaría que llenases pronto el chaleco de pegatinas y que nos inundes las pantallas con imágenes increíbles de tu viaje, que por supuesto, seguiremos embargados por la emoción.

    Aparte de lo complicada que pueda ser la situación económica que atravieses en la planificación del proyecto, como bien apunta Marcos, también tienes que controlar el riesgo y las consecuencias a nivel personal, y no me refiero a tu integridad, sino al laboral y social. Además tienes que sumar a esto… la dificultad que conlleva el mantener la expectación del personal en tu proyecto, que se está alargando un poco, por los motivos ya explicados en tu historia. Suma a todo esto… que a ningún sponsor le gusta subvencionar la aventura de un loco que arriesga la vida en su intento de alcanzar la gloria o por el mero disfrute del riesgo. Me explico mejor…. los señores de las pegatinas te obligarán a minimizar los riesgos y esto terminará por desnaturalizar tu proyecto… que si no he entendido mal es un reto a la vida a la naturaleza y a la libertad. Ningún sponsor quiere patrocinar un proyecto que termina en desgracia y que su pegatina salga en los telediarios adherida a un brazo desmembrado.

    Amigo Luis… creo que todos percibimos la situación. Tal vez tendrías que redibujar tu proyecto y hacerlo más asequible… o menos costoso… o menos riesgoso… No se, de cualquier de las maneras cuenta con la ayuda que podamos aportarte. Y no te preocupes si decides volver a la orilla inicial por que no pasa nada si lo haces. Alguien dijo que quien fracasa y sobrevive “” vive para vencer otro día””

    Pero dinos algo, no desaparezcas de esa manera que lo hiciste….joder!

  8. Eva (Bohemia) Says:

    Hola Luis,

    Hacía tiempo que no entraba en tu blog. Y veo cómo están las cosas.
    Vamos a ver, quería reflexionar sobre el tema.
    Yo no sé lo que pasa, que en cuestión de tomar un decisión sobre nuestras vidas, COMO LO COMENTES Y LO HAGAS PÚBLICO, estás perdido.
    La gente no es consciente de que un viaje así no se prepara en dos dias, ni en un año , ni en dos. Y que no se puede poner el barco en el agua, deprisa y corriendo porque tengas «fans» esperando con ansiedad (quizás con morbo) que empieces tu aventura-reto.

    Esto es sencillo de entender: quién piense que es tan-tan fácil, pues que lo haga él.

    Tú muestras tu disposición y tu valor.
    Todos tenemos sueños, pero lo que no tenemos es dinero. Y eso es una realidad . Valga esto para los de » el dinero no dá la felicidad», me río yo…. JA,JA,JA,JA….. El dinero es la diferencia entre que un sueño se haga o no realidad.
    Invito a todos los que creen en la frase mencionada, que si a ellos no les dá la felicidad, pues oye, inviertan su dinero en los sueños de otros.

    Lo cierto es que yo tengo sueños, pero si me tengo que esperar a que los patrocinadores y los mecenas apoyen mis proyectos, ya puedo esperar sentada. Por tanto, los proyectos deben limitarse a pequeñas travesías y temporadas viviendo en un velero de menos de 7 metros, 2 adultos, 1 niño y 1 perro. Y es lo que hay.
    Si tengo dinero, pues navego algo más lejos, si no hay dinero ni tiempo por el tema laboral, no queda más remedio que hacer paseitos domingueros (algo que odio, y me parece una pérdida de tiempo el salir y volver al mismo puerto, pero es lo que hay.).

    El caso es que como diga: «Voy a Francia» (viaje que tengo pendiente desde el año pasado) pues, ya estás perdido, porque a cada momento, te van a agobiar : «y cuando te vas?», oye… «Tú no te ibas a Francia?»…. con ese tonillo en la voz de : …..anda que no tienes pájaros en la cabeza….!

    Pues el viaje, no se realizó porque justo cuando el barco estaba ya preparado y llegó abril, buen tiempo, pues le detectan a mi padre un cáncer,lo operan de urgencias y terminado esto, seguidamente los vecinos de mi comunidad deciden obligarme a ser presidenta (el bloque de vecinos es un poco problematico) así que con tal panorama, no me puedo ir a navegar tranquila, pues oye…. que el barco se queda inmóvil en el amarre.

    Pero lo peor es que cada día te estén preguntando si navegas, si no navegas o si todavía estás en el mismo puerto, …. como si no tuvieras otros problemas…. Y por más que los expliques, encima les suena a «excusas» baratas, y por pasar una mala temporada, te pongan la etiqueta de soñadora que jamás navegará más allá de dos puertos de su puerto base.

    Total, que aprendes ya a no decir ni pio, y cuando me voy, digo «adiós hasta la vuelta», pero ya cuando el velero se está marchando con todo estibado dentro. Me preguntan: «A dónde vais?»
    Y es una pregunta que te compromete, porque en avión sabes dónde vas y cuándo vuelves, en qué aeropuerto aterrizarás.
    PERO EN BARCO????
    Preguntar eso a un navegante que se va por dias, es totalmente estúpido, qué sé yo dónde voy? ni cuántos días? para qué tanta pregunta? me vas a estar controlando si realmente he llegado al destino que te he dicho….? o me ha dado la gana de volverme para atrás por encontrarme mal o simplemente porque me apetezca volver antes o más tarde a mi puerto base?

    NO ES EL MAR LIBERTAD?

    qué les pasa a ese grupo de navegantes que se dedican desde su pantalán a controlar las entradas y las salidas de los viajeros? y ponen cara torcida porque no has cumplido una travesía anunciada.
    Es que les debo yo algo? Es que han pagado la entrada a un espectaculo que no he realizado?
    De verdad me están deseando lo mejor? no será que en el fondo hay quienes disfrutan viendo como los sueños de otros se fustran?
    Son los mismos que controlan al navegante que está preparando su velero para cruzar el Atlántico, y todos los dias preguntan: Y cuándo te vas??? cuándo,cuándo???? y al navegante cansado ya de tanto pesado, sólo le entran ganas de hundir el barco para que le dejen en paz.
    Te abrazo, Luis. Eva-k(Bohemia)

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