POR FIN, EL BARCO EN EL «ASTILLERO».

«Navegando por las calles de Sant Carles»

El mismo dia que terminamos de construir el soporte, la gran «araña» de hierro que permitirá el trabajo en el casco y en la orza por separado, nos esperaba el camión grúa para llevarlo por fin al pequeño «astillero» donde se realizará toda la preparación del barco.

Con la «araña» cargada en la pequeña furgoneta de Javi nos encaminamos directamente al varadero. Alli ya nos esperaba Angel, de gruas Laval, y para mi sorpresa, tenia preparada una cuna de madera en la plataforma del camión. Cuando vió el extraño artefacto que traiamos puso cara de » me vais a complicar la vida», pero, ya que lo habiamos traido y estaba recien construido, teniamos una oportunidad inmejorable de probarlo, ver como se acoplaba al barco y comprobar » in situ» como soportaba el peso del Puma y si éste se mantenia estable sobre él.

El barco suspendido y el soporte sobre la plataforma del camión.

 

Finalmente, en lugar de acoplar el barco a la «araña» y subir el conjunto sobre el camión, como yo tenia pensado en principio, se subio primero el soporte. En principio se trataba de ver si la cuna de madera que traia el camión cabria debajo de las patas y no estorbaba, pero ya se quedo alla arriba y lo siguiente fue colocar el barco encima. Esto se convirtió en todo un ejercicio de precisión, porque habia que aterrizar el barco en la estrecha área de la base del soporte y además, hacer coincidir los cinco agujeros de los pernos en el quillote del barco con los agujeros preparados en la base de la «araña», pasar los cinco pernos y colocar las tuercas.

Aterrizando sobre la base de la "araña"

Me toco a mi pilotarlo desde dentro, y por primera vez me encontré volando dentro de mi barco e intentando dirigir el aterrizaje mirando a traves de los agujeros de los pernos. El problema es que no nos oiamos, gritando a traves del casco y con el ruido de la grúa, y yo asomando los pernos intentando acertar en algunos de los agujeros del soporte y en el agujero preciso, ni mas proa ni mas a popa. Costó un poco, pero despues de algunos zarandeos conseguimos pasar un par de pernos y ya alineado los demas fueron seguidos. El rugido del motor de la grúa remitió y pude escuchar a alguien que me gritaba algo incomprensible desde abajo.

-Pásame una «femella» – repetía Manel desde abajo, y yo tuve que asomarme para que me aclarase que demonios era eso de la «femella». La femella es la tuerca en catalán, y, aunque cada día lo voy entendiendo mejor, esta palabra aun no la tenia registrada en mi léxico.

¡ Aguanta !

Una vez pasados los cinco pernos y colocadas las respectivas tuercas, el quillote del Puma quedo firmemente sujeto a la base de la «araña». Yo seguia dentro del barco y era el momento de la verdad; la pluma con su gancho comenzo a descender y la tensión en las bragas de las que hasta hacia unos segundos colgaba el barco se fue relajando hasta colgar lacias por los costados. Ya estaba. Unicamente la «araña»  soportaba ahora el peso del barco y yo permanecía dentro, a gatas sobre el plan, intentando escuchar algun crujido siniestro y sujetandome un poco. Nada. Salí a cubierta con cuidado y comprobé que el barco se mantenía firme sobre su nuevo soporte, apenas una ligera oscilación al acercarme a las bandas pero menor aún de lo que esperaba. La «araña» aguantaba la compresión vertical como una sólida roca.

Aun restaba atar el conjunto a la plataforma del camión y añadir al peso del barco la tensión de las cinchas tirando hacia abajo desde las cornamusas de popa y la bita de la cubierta de proa, asi que permanecí arriba hasta que todo quedó asegurado. Cargamos la orza en la misma plataforma y partimos hacia el «astillero». Luis Martínez delante con la furgoneta guiaba al camión y yo atras vigilaba el avance; el barco iba tan alto que en cada curva contenía la respiración, pero Angel en el camión iba muy tranquilo y eso inspiraba confianza.

Listo para el pequeño viaje.

El «Pilar Ortiz» navegó por primera vez callejeando por La Rápita, hasta llegar a la puerta del «astillero». Ahora comenzaba una maniobra de atraque- aterrizaje que nunca antes habia experimentado. Habia que introducir el conjunto barco-soporte con la pluma hasta el interior. Aqui nos encontramos con el primer y único problema: por unos pocos centimetros no entraba el brazo de la pluma con todo el conjunto, nos faltaba un poco mas de altura en la puerta. Despues de varios intentos la realidad se mostró tan tozuda que no quedó otra alternativa que volver a separar la «araña» del barco, meterla por separado e improvisar con tacos de madera unos apoyos en el suelo donde reposar el casco. Mas adelante, con los polipastos en las vigas del techo, podriamos maniobrar el barco y colocarlo en el soporte o abajo, segun conviniera.

Frente a la puerta del "astillero", primer intento.

Una vez metida la «araña» dentro, con el consiguiente desplazamiento de infinidad de trastos hacia el fondo del local para hacer sitio y aumentar aun más el caos reinante, aterrizamos el «Pilar Ortiz» con la proa hacia la puerta, con el quillote apoyado en dos gruesos bloques de madera y el casco apoyado en cuatro puntos, con tacos y cuñas.

Maniobra de "atraque"

 No me lo podia creer. Alli estaba por fin, con la proa recibiendome al entrar, a cubierto, con la herramienta a mano, sin un euro en el bolsillo y con varios meses de retraso, pero alli estaba.Y Alli quedamos los dos, sólos, frente a frente, su ahora maltrecho casco mostrando los dos agujeros en la amura de estribor, el mástil partido sobre unos caballetes y muchos meses de trabajo por delante para transformarlo en un barco capaz de enfrentarse a lo que ninguno de su clase y tamaño habia siquiera intentado hasta ahora. Me corresponde a mi ahora, con mis dos manos y mi determinación, el darle una nueva vida. Él me la dará tambien a mi con este viaje. Una nueva etapa comienza a partir de hoy. Este reto es mas «reto» ahora que nunca, se esta ganando el apelativo a pulso, pero este «viaje» continua.

Luis Miranda.

9 respuestas to “POR FIN, EL BARCO EN EL «ASTILLERO».”

  1. Pedro Says:

    Lo de tu determinación va camino de ser leyenda, maestro. Algún día explicarás lo que estas haciendo con el QuiSum a la vez que este ejercicio de tesón…

  2. Un tema apto para celebraciones:

    ¿No te parece?

    Un saludo desde mi isla.

    Anne

  3. pppitillo Says:

    Luis felicidades.
    Y permíteme una sugerencia si la salida de la nave se hará con el casco ya con la quilla y motor eléctrico, etc. montado.
    Si es así y por el peso extra que tendrá entonces (no como a la ida a la nave que al ir sin quilla ni motor, etc. pesaría como un 50% de lo normal), te aconsejo que suplementes las bragas al gancho de la pluma con cadena para darle más distancia y que las bragas no presionen tanto el casco por la regala y puedan causar algún daño o deformación.
    Cuanto mas cortas sean mas presión hacen. Por eso en las grúas de los varaderos tienen una especie de araña por arriba que mantienen las bragas más allá de la vertical para que se separan del casco. No se si me explico.
    Busco fotos de como lo hice en mi Puma 26 para ponerlo en su cuna y te las enviaré.
    Saludos.
    pppitillo

  4. pppitillo Says:

    Luis, te dejo un link con las fotos que te comento: http://picasaweb.google.com/jeugenio3/DescargaPuma26PorGruasAleman?feat=directlink
    Como ves, la extensión con cadena de las bragas a la pluma no cierra tanto las bragas y no hace presión en la borda o en el casco en general.
    Saludos.
    pppitillo

  5. Pedro "Thomas Keefer" Says:

    Adversarum impetus rerum viri fortis non vertit animum…(Seneca)

  6. armensis Says:

    Ánimo y a por tus sueños ya queda menos, un abrazo amigo.

  7. Vicente Says:

    Hola Luis,

    Soy uno de los tantos seguidores de tu proyecto de vuelta al mundo y a la vida. He disfrutado leyendo tus explicaciones.
    Sin embargo, hace más de dos meses que no leo en este blog la evolución de las reparaciones en tu barco.
    Si existe otro blog o página en la que pueda seguir los avances, por favor hazmelo saber.

    Sin más y deseándote lo mejor.

    Vicente.

  8. ricardo Says:

    Hola, Luis. He visto en el foro «la Taberna del Puerto» tus reflexiones sobre la náutica en España, y no puedo estar más de acuerdo con ellas; de hecho creo que somos muchos los que compartimos tales razonamientos.
    La lástima es que parece difícil que tu aventura haga pensar -y menos aún actuar-a los prebostes que dirigen el cotarro náutico en este país.
    En cualquier caso, te deseo toda la suerte del mundo, y que disfrutes esa experiencia de la que, estoy seguro, habrá un antes y un después.
    Un cordial saludo de un coruñes armador de un 26 pies (First 265) y antes de un Puma 23, que cree que para disfrutar del mar no hay que pertenecer a la jet set ni formar parte del caso «Malaya» o similar.

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